jueves, 29 de diciembre de 2011

Perhaps

Tal vez no seas mi amor. Tal vez no seas mi hombre. Tal vez no seas todo lo que construí de vos.
¿Quién te hizo mi amor?
¿Quién te hizo mi hombre?
Como un hechizo indescifrable de colores y chispas, nuestra respiración se hizo una. Sólo una. Respiración indomable, respiración con ganas de todo, respiración llena de vida y de tiempo; dispuesta a susurrar intermitentemente las palabras no dichas de la extraña ocasión.
No puede negarse que es insólito el hecho de haber conocido (desde siempre) el lazo sensorial que nos une; tus pupilas únicas e irrepetibles entre las miles de miradas observadas a lo largo de este camino, mi existencia; tu voz, grave y agresiva, como queriendo dominar al cuerpo que hablaba (porque tu cuerpo hablaba y estaba entregado); tu sed, la sed que calmabas con un vaso de cerveza porque no podías tocarme. Yo sé leer. Y te leí. Es necesario decirlo. Es necesario expresar con palabras que te morías de ganas y yo también y que tenemos un orgullo atroz pues ninguno quiere perder... y es entonces cuando no me animo y uso modalizadores, a cambio de una victoria divertida.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Tercer cuerpo

de Claudio Tolcachir. Actúan: Melisa Hermida, Daniela Pal, José María Marcos, Hernán Grinstein y Magdalena Grondona.


Obras que perduran en el tiempo son aquellas que, con elenco original o sin él, están hechas.

Están hechas porque la dramaturgia descollante de Claudio Tolcachir atesora un universo singular e inigualable.

Podrán juzgar a Tolcachir y compararlo con otros buenos autores. Sí, serán buenos autores. Pero en Tercer cuerpo se vislumbra la sapiencia de un hombre de teatro. Autor, actor, director. Únicamente conjugando esta tríada es posible lograr semejante pieza.

Tercer cuerpo, porque éste es el adjetivo numeral ordinal con que se designa a uno de los edificios municipales relegados en la última mudanza, cuyos empleados trabajan autómatamente, diletando entre papeles amatillentos y artefactos antiguos. Tercer cuerpo, que también es el pronombre de tercera persona, el otro, el ausente. Un tercer cuerpo que no es ni el mío ni el tuyo, sino aquél que los personajes Sandra, Moni, Héctor, Manuel y Sofía se inventan para sí (un marido, un hijo, un amante). La soledad, el automatismo y la ansiedad son tema y subtemas de la obra.

Cabe destacar la buena utilización del espacio. Un escritorio a foro es frecuentemente el sitio de trabajo de los empleados municipales, pero ocasionalmente, el escritorio de la doctora de Sandra, la mesa del café en que Héctor tiene una cita con una mujer, primero, una cita con Manuel, luego, y otros espacios múltiples a los cuales el espectador accede sin dificultad, orientado por la afilada actuación del elenco que esta obra imaginó.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Las orillas

María Kodama tenía cosas que decir.

Cosas que yo quería escuchar.

Borges era el referente indiscutido y Adrogué el escenario ideal para la comunión entre un auditorio de muy diversas edades y la viuda del escritor.

Como dijo el Lic. Hernández, quien presentó la disertación el viernes en la Casa de la Cultura de Adrogué, todos queremos apropiarnos de él, de Borges. Nos pertenece. Y yo me preguntaba... ¿quiénes somos ese nos? Porque, el Licenciado y el Intendente (también presente) hacían referencia a la apropiación del escritor por parte de los vecinos del partido, quienes colaboraron en la reedición un texto de Borges en el cual incluyeron fotos y anécdotas. Sin embargo, en ese nos me encontré, como una infiltrada en el pronombre.

Ahora... al Astrólogo no lo comparto.

lunes, 15 de agosto de 2011

Algo estúpido

de Joel Drut. Con: Maite Gago, Martina Garello, Andrés Rasdolsky, Mercedes Rubini, Ianina Samolevich, Gabriel Urbani.

Algunas obras teatrales no buscan ser ovacionadas en grandes salas comerciales o estar en el top five del teatro under porteño -dos cosas verdaderamente serias.

Algunas obras teatrales realizan un trabajo tan discreto que uno no puede más que celebrarlo desde el mismo lugar, la discreción.

Fragmentos de un discurso amoroso es el leit motiv de la obra "Algo estúpido". Es, lo que se llama, un libro de cabecera. El mismo, hilvana las historias amorosas fragmentadas y se convierte en el marco teórico de las situaciones de escena: historias de amor, conflictos por celos, abstinencia sexual y sexo procaz integran un mismo universo de seres que combaten el género del absurdo.

El espacio es verbal: los personajes forman parte de un equipo radial en el que ninguna palabra está de más y el correlato de todas y cada una de ellas, se inscribe en un continuum de los acontecimientos. El desdoblamiento del tiempo, a partir del "accidente" de Marcela, permite la concreción de un universo potencial. Y eso, señores, es tan estúpido como la ilusión de amar y, sin embargo, es lo que le otorga un sentido a un mundo que por sí mismo, no lo tiene.

viernes, 12 de agosto de 2011

La Universidad

Casa de altos estudios.

Espacio académico.

Sitio del conocimiento.

Nuestra cuna del conocimiento.


Razones por las que elijo la UBA:

-es la más prestigosa de las Universidades de Sudamérica;

-allí trabajan los mejores docentes;

-es muy exigente y difícil.


A menudo son necesarias estas reflexiones en torno a la carrera académica.

El reciente censo universitario, obliga a todos los estudiantes a responder una serie de preguntas en pos de la consecución de una estadística del alumnado. Y, respondiendo esas preguntas, descubrí que mi situación no está mal. Tengo un porcentaje considerable de materias aprobadas lo cual me aproxima al egreso; tengo un trabajo que adoro muy relacionado con la carrera que elegí, lo cual confirma mi vieja hipótesis: Letras es la única carrera que podría estudiar.

Actualmente, estoy en una fase postergativa y me estoy psicoanalizando.

Sé que a nadie le importa, pero acabo de comenzar un nuevo cuatrimestre y en diciembre rendiré dos exámenes finales que adeudo y, en ,marzo, otros dos que debo desde 2008.


El estudio fue, es y será el reto más importante de mi vida. Es lo único que le otorga un sentido y la absorción o acumulación de conocimiento es un desafío siempre presente.

¿Tengo vergüenza de saber?


Ayer hablaba con un amigo y compañero de la carrera respecto de las últimas materias, de las cátedras, de los programas. Me dijo: "Vos fuiste pichona de X". Es una linda metáfora para la idea de cuna antes presentada... ¿será que le tengo miedo a las alitas?

lunes, 8 de agosto de 2011

techné-gnosis-episteme

Escribo en plural para que mi "yo lírico" se borre de esta narración. En cuanto al género, esta composición no será un poema sino un espacio de reflexión, propio de una veinteañera.

Dice un texto de Borges que hay un momento en que cada hombre sabe para siempre quién es. Probablemente muchas cosas tengan que sucedernos antes de saber fehacientemente quiénes somos. No en vano citamos a Borges como voz de autoridad. En efecto, es uno de los padres de todos los que nos dedicamos a las Letras.

Sucede que, a menudo, las cosas no son como las planeamos.

A menudo, o permanentemente. ¿Y somos, entonces, quienes somos?

¿Cuál es el margen de error en la planificación "vital"? Nótese que no me refiero a planificación anual, mensual y/o semanal sino al plan de un proyecto de vida.

A la edad de dieciocho años, visualizaba claramente este proyecto.

Hoy, compruebo que muchas de las cosas que entonces anhelaba ya no forman parte de mi actual horizonte de expectativas y, asimismo, he descubierto hermosos objetos de interés, campos inimaginables, novedosas vetas y aristas de la carrera que siempre soñé. Pero hay algo que no puedo aún resolver... ¿Por qué a algunos de nosotros nos genera tanto escozor la exposición pública?

En los exámenes orales, nos van a evaluar, claro que sí. Es probable que nos equivoquemos y también es probable que nos lo hagan saber, ante lo cual, sabremos o no cómo comportarnos. Por mi parte, debo decir que soy tremendamente vulnerable. Una pequeña observación que me descoloque ya me bloquea por completo. Nos preguntamos: ¿es normal? Quisiera responder que no, pero mi reincidente estado intelectual y físico previo a un final, habla por sí mismo. Las piernas me tiemblan, las manos me sudan, el pecho se me hunde, se me nubla la vista y soy llevada por la palabra... casi casi... como si fuera una sombra... o una forma abstracta. Un resto inmaterial de ese cuerpo nervioso, un no-cuerpo. Todo lo que tengo es el lenguaje y una punzada en la cabeza, que se esfuerza por articular lo que estudié durante cuatro meses, sin prisa y sin pausa. Por eso, para mí, es importante estudiar. Porque en vivo y en directo no puedo establecer muy fructíferas asociaciones (a menos que haya estudiado). Envidio, envidio profundamente a todos aquellos que te tengan la capacidad de "cursar y rendir" teniendo los contenidos frescos, sin nueva necesidad de estudio. Yo soy demasiado autoexigente, demasiado obsesiva, vergonzosa, cautelosa, meticulosa que la misma preparación del examen requiere de un tiempo siempre es insuficiente, siempre apremiante, siempre voraz que termina llevándome consigo, hasta cuando "sepa todo"... a menudo, eso no sale como lo planeo, y fracaso.

¿Seguiré intentando saberlo todo?

¿Llegaré, algún día, a saberlo todo?

¿Qué tal me iría si supiese mucho, aunque no todo?

jueves, 23 de junio de 2011

Mis tardes con Margueritte

Tal vez los hechos novedosos resulten más interesantes que los pasados. Razón lo suficientemente considerable para sostener al mundo del espectáculo, sus carteleras, sus temporadas.

Tal vez los actores famosos y con cierta trayectoria impriman un sello de reconocible calidad a la producción, razón para ser aclamada por la crítica y demás instituciones.

Sin embargo, la vida de los personajes "de novela", o "de teatro" se acerca mucho más al anonimato que al histrionismo. Los personajes más conmovedores de la ficción, suelen ser hombres y mujeres comunes y cotidianos, de hoy y de todos los tiempos. Sus viviencias, sus circunstancias, sus maneras de ver el mundo, son tan particulares que en ellas se refleja el ser humano en su totalidad.
"Mis tardes con Margueritte" es la historia de Germain Chazes, un hombre de 110 kilos, que desconfía de las palabras y vive en una caravana, en el fondo de su casa. Tiene un huerto en el cual cultiva la tierra cosechando distintas verduras que luego vende en una feria pública. Pasa las tardes contando palomas en un parque francés y les pone nombres, para identificarlas. La vida de Chazes transcurre sin más, hasta que un encuentro con una anciana culta, Profesora de Letras, lo introduce en el mundo de la literatura. La relación que se establece, entonces, entre Chazes y las palabras, es de amor-odio. A menudo, agradecerá a los libros la posibilidad de imaginar situaciones pero, también lo veremos intimidado por ellos, al punto de recharzarlos diciendo que "Antes era mejor. Todo confuso. Todo negro." De acuerdo con ello, podemos afirmar que el desafío al saber, es algo a lo que Chazes no estaba acostumbrado. Esclavo de un trauma de la niñez, cuando su profesor del colegio se burlaba de las dificultades de aprendizaje del pequeño Germain, su vínculo con las palabras siempre fue confuso. Hijo de una madre soltera y agresiva, quien, como pudo, crió al niño regordete a golpes físicos y verbales, Germain aprendió a querer y a compartir. Muchas son las tardes en que el protagonista disfruta de un parque francés, acompañado de la presencia y las lecturas de La peste, de Camus, por parte de Margaritte, la anciana, culta y soltera Profesora en Letras.

De nombre Margueritte, con doble "te", porque su padre (según cuenta ella), lo había escrito mal.

viernes, 17 de junio de 2011

Todos eran mis hijos (1947)

Autoría: Arthur Miller; Lugar y fecha: Teatro Coliseo, Lomas de Zamora, 27-05-11. Elenco: Lito Cruz, Ana María Picchio, Esteban Meloni; Vanesa González, Federico D`Elia, Antonio Ugo, Marina Bellati, Adriana Ferrer, Mauro Antón; Reemplazos: Sabrina Gómez y Martín Henderson; Dirección: Claudio Tolcachir.

Una obra de la que es necesario hablar, porque es necesario decir.

Antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, las consecuencias por las que atravesaron las naciones involucradas en ella, han sido considerables. De nuestro interés resultará el ubicarnos en un contexto postbélico, en el cual la guerra ha dejado huellas imborrables, ausencias insoslayables y beneficios impostergables.

El origen del american dream puede remontarse a los años de esclavitud en los Estados Unidos. Con el advenimiento de las guerras civiles, ocurridas en su mayoría en los estados del sur, el interés del blanco por dominar la tierra y la población, cobra tal importancia que poco queda del paraíso terrenal que caracteriza al idilio del hombre blanco en las novelas de Faulkner. La guerra es una circunstancia que revitaliza el potencial anhelo de dominio por parte del americano. Para estos relatos, autores como Faulkner y Miller, adoptan distintos puntos de mira otorgando un sentido perspectivístico a la obra total: el demonio blanco y el ángel negro en Absalón Absalón configuran un oxímoron tan contundente como el jefe de familia Joe Keller y su hijo soldado en "Todos eran mis hijos", de Arthur Miller.

Ningún padre está dispuesto a postergar el "sueño americano" y la forma de mantenerlo conlleva vilezas que sólo la reflexión puede reconocer. La felicidad de Kate Keller, luciendo un vestido diferente en cada aparición; la confusión de Chris Keller entre el dolor por la pérdida de su hermano en guerra, el amor que siente por, Ann, la prometida del hermano y el deseo de independencia del padre, quien lo provee de todos los placeres económicos que puede -y gusta- darse y, por último, la burbuja de superficialidad que rodea al condado, configuran un universo enmarcado de una perfección que superordina al caos y a la justicia de Dios.

Solamente el silencio permite el correcto funcionamiento de las cosas y, cuando Geoge Deever -hijo de un socio traicionado por Keller-, ingresa en la obra, el orden se altera, puesto que las acusaciones que recaen sobre Keller, dan cuenta del incremento de su fortuna gracias a insumos para una guerra injusta, cuya existencia no pudo soportar su propio hijo.

Actuaciones convincentes. Vestuario cuidado y adecuado. Escenografía precisa y bien delimitados los espacios. Buena musicalización desde el comienzo de la obra e iluminación ubicada sobre los actores, revelando el sentido: lo que se muestra, es lo que puede decirse; lo que sucede off stage, es el caos, la justicia de Dios. Un error de cálculo sobre la posición de un micrófono al borde de una mesa, hacía que un actor golpeara el mismo, provocando un ruido molesto que no alteró las actuaciones ni la expectación.

Excelente manera de abordar un clásico.

lunes, 13 de junio de 2011

La épica del blog

"Y sentí intensamente el paso del tiempo".


Ciertamente, no dispongo de tiempo suficiente para detenerme en el blog (lo que sí hacía ferviertemente en los años 2007 y 2008). Sin embargo, al considerar la posibilidad de enajenarme de mi propia escritura cibernética, entro en pánico. Según algunas hipótesis, los blogs han sido superados por la virtualidad facebookera y twittera. Puede ser cierto. Se gana en velocidad: los mensajes son realmente más breves y ello facilita la posibilidad de ser leído. En contraposición a estas "ventajas" de la web, el blog ha devenido "obsoleto", anticuado y, diría yo, épico. Oh, eruditos amigos políglotas adorados, no os alarméis... habrá explicaciones para ello. Además, siempre quise ser filóloga clásica y esta es una buena opotunidad para reconsiderarlo.
Aristóteles había reconocido tres grandes géneros literarios: épica, lírica y drama. Con el transcurso de las "eras", con la institucionalización de la literatura en tanto arte bello, con la distinción entre género secundario diferenciado del primario, distintas clasificaciones ha adoptado la poiésis verbal.
Pero, ¿qué era la épica (narrativa para los modernos)?
La narración de los sucesos que le ocurrían al protagonista.

¿Qué es un blog? Puede que, como afirman las fuentes innombrables, sea un espacio virtual para melancólicos, pero, en ese caso, es también un relato de sucesos.

Claro está que la extensión entre la épica clásica y las entradas de blog difiere considerablemente, más aún si observamos que no siempre una entrada de blog es consecuente con la anterior. En ese caso, tendríamos un pastiche épico- romántico. Y, si bien la correcta edición en libro frente a la improvisada edición en blog (nótese que no me refiero a libro digital) supone selección del material y ordenamiento, el blog realiza la mostración de los sucesos que le ocurren al protagonista, quien nos puede engañar.

Pd.: no utilizo ni facebook ni twitter.

Au revoir!

domingo, 1 de mayo de 2011

Nuevas formas de entender el trabajo

Nuevas formas de entender el trabajo, porque no necesariamente debe ser forzado.

Nuevas formas de entender el trabajo, porque elijo el sitio en el que lo realizo.

Nuevas formas de entender el trabajo, porque tengo derechos y los debo hacer valer.

Lamentablemente, las fechas conmemorativas tienen un origen trágico. Ya sea por el día internacional de la mujer, como por el día del trabajador, recordamos protestas acalladas y/o castigadas a través de condenas a muerte, a prisión y muchas otras penas que acompañaron y acompañan a los manifestantes.

El 1ero de mayo es una fecha interesante, no sólo para conmemorar sino, también, para replantear el lugar que nuestro trabajo tiene en el mercado laboral. Como en "Tiempos modernos", de Charles Chaplin, somos una tuerca de un engranaje que no puede detenerse. Pero, cómo realizamos el trabajo que hacemos es lo que debemos observar.

Si realizamos un trabajo alienado, respondiendo a las demandas de un superior que simpatiza exclusivamente con un capitalismo a ultranza (desde ya, Marx lo describió mucho mejor), corremos el riesgo enajenarnos y perder nuestra empatía por la fuerza que poseemos, ya que sólo la ponemos al servicio de un comprador que lo único que valora es el más. Asimismo, si aprendemos a disfrutar del trabajo y realizar un aporte creativo (dado que la fuerza con la que lo llevo a cabo no es nada menos que mi humanidad) no podemos más que sentirnos satisfechos.

Obviamente, no todo es blanco o negro. Debemos reconsiderar la noción de progreso y creer que el esfuerzo vale y, a la larga, rendirá frutos. No me refiero a un más allá... nadie nos dará una recompensa más que nosotros mismos a partir del sacrificio que realizamos y el futuro que nos forjamos. Debemos replantearnos nuestros proyectos y detenernos a considerar si el rumbo que estamos tomando coincide con ese camino, y si ésto es así, felicitarnos.

lunes, 4 de abril de 2011

Si una noche de invierno un viajero


Calvino ha decidido que esta novela no esté protagonizada por un personaje "y ya". Este "y ya" ahorra todo tipo de calificativos para describir actantes del universo narrativo del autor. En esta ocasión, el protagonista (y la protagonista) es el lector.

El autor cubano-italiano había mostrado interés por la figura del lector en sucesivas notas preliminares a textos anteriores, como El vizconde demediado. Allí, señala que una de las funciones primordiales del texto literario (y qué él nunca olvida) es entretener, divertir. No es que se pretenda el acceso a la lectura de manera inmediata y pasiva, sino que, como escritor, el autor nunca olvida que vive (vivió) de la literatura, lo cual propicia su interés por el mercado.

En la novela, nos encontramos con diez nouvelles enmarcadas en la historia central, lo cual presenta similitudes estructurales con Las mil y una noches, texto mencionado en Si una noche... Cada una de estas nouvelles pertenece a un subgénero literario pero la primaria situación novelesca se produce en una estación de ferrocarril, entre viajes y libros. Ya desde entonces y durante el proceso de narración, nos encontramos con presentaciones del texto en construcciones tales como "rectángulo" de caracteres tipográficos, para hacer mención a la página en tanto soporte material. Evidentemente, la lectura se corporiza y en el juego de los Lectores protagonistas, ¿quién es el verdadero receptor de Si una noche de invierno un viajero?

La novela no sólo comienza con el Lector leyendo, sino que finaliza cuando éste se encuentra terminando de leer la novela. El capítulo XII es muy breve y dice así:

"Hoy sois marido y mujer, Lector y Lectora. Una gran cama de matrimonio acoge vuestras lecturas paralelas.

Ludmilla cierra su libro, apaga su luz, abandona la cabeza sobre la almohada, dice:

-Apaga tú también. ¿No estás cansado de leer?

Y tú:

-Un momentito. Estoy a punto de acabar Si una noche de invierno un viajero, de Italo Calvino".

Durante toda la lectura, asistimos, pues, a la narración del proceso de lectura que nosotros mismos realizamos. Los espacios visitados por el Lector nos insertan, como viajeros, en los mundos narrativos. Cuando el Lector recorre el departamento de Ludmilla, intentando descifrar su personalidad por los objetos que en él encuentra, la ubicación de sus libros, el espacio que éstos ocupan en su vida y su relación corpórea con los mismos, no podemos más que evaluar nuestra propia relación con el libro que leemos. En efecto, el cuerpo acompaña la lectura. Y, para confirmarlo, una asersión: "Lectora, ahora eres leída".

Jean Luc Godard afirmó que lo más interesante que se puede filmar es a una persona leyendo. Seguir sus ojos, su respiración, sus pulsaciones. Acaso, ésta sea mi gran escena.

jueves, 31 de marzo de 2011

Bang bang

"Nos tiraron con miseria, les devolvimos con cultura" fue la célebre frase que un escritor del denominado "realismo atolondrado" convirtió en fundamento de la organización cooperativa. Efectivamente, las multinacionales de la década del noventa tuvieron el control de la gestión empresarial haciendo uso y abuso de sus empleados. Gestión privatizadora (y privatista) que dejó fuera del mercado laboral a cantidad de personas, pasando ellas a ocupar las calles en un nuevo trabajo: el cartonero. El año del corralito arrasó con todo, hasta con los modales. Violencia en las calles representada en las más siniestras formas, asesinatos en la plaza pública, saqueos, un presidente que se fue a la mierda, otros que hicieron la vuelta del perro y todo lo otro que conocemos. Pero se vislumbraba una luz: asambleas barriales, oganización vecinal y autogestión hicieron posible construir nuevos espacios de participación activa y democrática. La famosa (y teórica) apropiación de los medios de producción estaba llevándose a la práctica. Con ese cartón, algunos harían arte y pintarían libros con témperas de colores. Cobrarían un dinero (quizás mínimo) por el tiempo empleado y la fuerza utilizada. Experiencia que habla, sin duda, de una transformación de la realidad estamentada, de una modificación en el estado de cosas. Fui a una escuela secundaria que era (y sigue siendo) una cooperativa de enseñanza y puedo, por ello, afirmar que ese es mi proyecto político: una organización en la que el esfuerzo de cada uno esté orientado en pos de un verdadero beneficio común, una organización en la que los saberes específicos que cada uno posee cooperen a favor de la calidez humana y la excelencia profesional. Lamentablemente, muchos hablan de solidaridad, amor, identidad y no los mueve otro motor que el del egocentrismo celebérrimo. Puedo decir, también, que conozco muchas personalidades (y caricaturas) del mundo de las letras y del espectáculo que construyen un sistema ideológico en sus obras artísticas, sin bajarse de la 4x4. Soy joven, soy pobre y tengo ganas de tener un enemigo político. Me han tirado violentamente y voy a devolver.

lunes, 14 de marzo de 2011

Qué estoy leyendo

Italo Svevo.
Todos los relatos y La conciencia de Zeno.
A la sombra de otros grandes autores italianos del siglo XX leídos internacionalmente, Svevo configura una literatura entre lo cómico y lo grotesco. Sus personajes son mayoritariamente viejos y el tratamiento que sobre ellos se realiza bordea la novela psicológica. En efecto, la teoría del psicoanálisis se encuentra muy presente en su producción y la técnica del fluir de la conciencia aproxima a Svevo a Joyce, quien lo leyó durante su estadía en Trieste.
La conciencia de Zeno tiene momentos de una comicidad espantosa. Pienso simplemente en la "despedida" del padre que, inconsciente y agresivo, profiere a su hijo Zeno una bofetada, luego de la cual cae al suelo, muerto. ¿Cómo crecer después del recuerdo de la autoridad golpeándole el rostro? Zeno se ve envuelto en el tratamiento que el psicoanalista le indica, el cual consiste en escribir sus experiencias. Es así como Zeno cuenta su historia desde la óptica de un paciente.
De allí su conciencia demediada, dividido en bueno y malo, como el vizconde de Calvino. Recordemos que en El vizconde demediado, una bomba había caído sobre el cuerpo del combatiente durante un enfrentamiento y ésta lo dividió en dos. Dicha partición es literal, ya que la mitad derecha camina separada de la otra y son completamente opuestas en sus "personalidades". La partición de Zeno es figurada pero muy propia del hombre de dos caras: un santo en familia y sociedad, una bestia en la intimidad. La narración, en carácter de confesión, muestra esta polaridad y sus múltiples contradicciones; un ejemplo, es que Zeno se casa con el último orejón de un tarro de hermanas guapas y adquiere una amante. No es el único personaje de Svevo que adquiere una amante. "La historia del buen viejo y la bella muchacha" y "Mi ocio" también presentan personajes que ceden ante los pecados de la carne. Sin embargo, las mujeres que deslumbran a los protagonistas en los relatos de Svevo luego se tiñen de una luz muy sombría, presas del paso del tiempo y del relato. Los amigos de la juventud reciben la antipatía y el desdén propios del inepto de ser, de disfrutar del presente aquí y ahora. Por la pluma oscura del paciente vislumbramos un universo pretérito con todas las frustraciones de su tiempo.
La venganza del analista es publicar las memorias de Zeno (supuesto secreto profesional) y desearle el mayor disgusto de todos los tiempos. Otra buena bofetada al rostro.

sábado, 22 de enero de 2011

Vuelvo a escribir

Sí, señores.
Unos días atrás, leía una nota de un joven filósofo que desde algunos años realiza una intensa y constante actividad. Allí desarrolla la hipótesis de que los que escribimos solemos tener un pensamiento gramatical. Pero esto no es todo, sino que, también, afirma que quienes damos clases solemos incorporar a nuestro pensamiento cierta lógica retórica. Quizás ya hayan descifrado el enigma y sepan de quién estoy hablando. De todas maneras no es el punto. Claro que no.
El punto es, señores, que vuelvo a escribir porque necesito imperiosamente ejercitar mi pensamiento gramatical y retórico.
Un cordial saludo.