lunes, 14 de marzo de 2011

Qué estoy leyendo

Italo Svevo.
Todos los relatos y La conciencia de Zeno.
A la sombra de otros grandes autores italianos del siglo XX leídos internacionalmente, Svevo configura una literatura entre lo cómico y lo grotesco. Sus personajes son mayoritariamente viejos y el tratamiento que sobre ellos se realiza bordea la novela psicológica. En efecto, la teoría del psicoanálisis se encuentra muy presente en su producción y la técnica del fluir de la conciencia aproxima a Svevo a Joyce, quien lo leyó durante su estadía en Trieste.
La conciencia de Zeno tiene momentos de una comicidad espantosa. Pienso simplemente en la "despedida" del padre que, inconsciente y agresivo, profiere a su hijo Zeno una bofetada, luego de la cual cae al suelo, muerto. ¿Cómo crecer después del recuerdo de la autoridad golpeándole el rostro? Zeno se ve envuelto en el tratamiento que el psicoanalista le indica, el cual consiste en escribir sus experiencias. Es así como Zeno cuenta su historia desde la óptica de un paciente.
De allí su conciencia demediada, dividido en bueno y malo, como el vizconde de Calvino. Recordemos que en El vizconde demediado, una bomba había caído sobre el cuerpo del combatiente durante un enfrentamiento y ésta lo dividió en dos. Dicha partición es literal, ya que la mitad derecha camina separada de la otra y son completamente opuestas en sus "personalidades". La partición de Zeno es figurada pero muy propia del hombre de dos caras: un santo en familia y sociedad, una bestia en la intimidad. La narración, en carácter de confesión, muestra esta polaridad y sus múltiples contradicciones; un ejemplo, es que Zeno se casa con el último orejón de un tarro de hermanas guapas y adquiere una amante. No es el único personaje de Svevo que adquiere una amante. "La historia del buen viejo y la bella muchacha" y "Mi ocio" también presentan personajes que ceden ante los pecados de la carne. Sin embargo, las mujeres que deslumbran a los protagonistas en los relatos de Svevo luego se tiñen de una luz muy sombría, presas del paso del tiempo y del relato. Los amigos de la juventud reciben la antipatía y el desdén propios del inepto de ser, de disfrutar del presente aquí y ahora. Por la pluma oscura del paciente vislumbramos un universo pretérito con todas las frustraciones de su tiempo.
La venganza del analista es publicar las memorias de Zeno (supuesto secreto profesional) y desearle el mayor disgusto de todos los tiempos. Otra buena bofetada al rostro.

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