sábado, 19 de noviembre de 2011

Tercer cuerpo

de Claudio Tolcachir. Actúan: Melisa Hermida, Daniela Pal, José María Marcos, Hernán Grinstein y Magdalena Grondona.


Obras que perduran en el tiempo son aquellas que, con elenco original o sin él, están hechas.

Están hechas porque la dramaturgia descollante de Claudio Tolcachir atesora un universo singular e inigualable.

Podrán juzgar a Tolcachir y compararlo con otros buenos autores. Sí, serán buenos autores. Pero en Tercer cuerpo se vislumbra la sapiencia de un hombre de teatro. Autor, actor, director. Únicamente conjugando esta tríada es posible lograr semejante pieza.

Tercer cuerpo, porque éste es el adjetivo numeral ordinal con que se designa a uno de los edificios municipales relegados en la última mudanza, cuyos empleados trabajan autómatamente, diletando entre papeles amatillentos y artefactos antiguos. Tercer cuerpo, que también es el pronombre de tercera persona, el otro, el ausente. Un tercer cuerpo que no es ni el mío ni el tuyo, sino aquél que los personajes Sandra, Moni, Héctor, Manuel y Sofía se inventan para sí (un marido, un hijo, un amante). La soledad, el automatismo y la ansiedad son tema y subtemas de la obra.

Cabe destacar la buena utilización del espacio. Un escritorio a foro es frecuentemente el sitio de trabajo de los empleados municipales, pero ocasionalmente, el escritorio de la doctora de Sandra, la mesa del café en que Héctor tiene una cita con una mujer, primero, una cita con Manuel, luego, y otros espacios múltiples a los cuales el espectador accede sin dificultad, orientado por la afilada actuación del elenco que esta obra imaginó.