domingo, 1 de mayo de 2011

Nuevas formas de entender el trabajo

Nuevas formas de entender el trabajo, porque no necesariamente debe ser forzado.

Nuevas formas de entender el trabajo, porque elijo el sitio en el que lo realizo.

Nuevas formas de entender el trabajo, porque tengo derechos y los debo hacer valer.

Lamentablemente, las fechas conmemorativas tienen un origen trágico. Ya sea por el día internacional de la mujer, como por el día del trabajador, recordamos protestas acalladas y/o castigadas a través de condenas a muerte, a prisión y muchas otras penas que acompañaron y acompañan a los manifestantes.

El 1ero de mayo es una fecha interesante, no sólo para conmemorar sino, también, para replantear el lugar que nuestro trabajo tiene en el mercado laboral. Como en "Tiempos modernos", de Charles Chaplin, somos una tuerca de un engranaje que no puede detenerse. Pero, cómo realizamos el trabajo que hacemos es lo que debemos observar.

Si realizamos un trabajo alienado, respondiendo a las demandas de un superior que simpatiza exclusivamente con un capitalismo a ultranza (desde ya, Marx lo describió mucho mejor), corremos el riesgo enajenarnos y perder nuestra empatía por la fuerza que poseemos, ya que sólo la ponemos al servicio de un comprador que lo único que valora es el más. Asimismo, si aprendemos a disfrutar del trabajo y realizar un aporte creativo (dado que la fuerza con la que lo llevo a cabo no es nada menos que mi humanidad) no podemos más que sentirnos satisfechos.

Obviamente, no todo es blanco o negro. Debemos reconsiderar la noción de progreso y creer que el esfuerzo vale y, a la larga, rendirá frutos. No me refiero a un más allá... nadie nos dará una recompensa más que nosotros mismos a partir del sacrificio que realizamos y el futuro que nos forjamos. Debemos replantearnos nuestros proyectos y detenernos a considerar si el rumbo que estamos tomando coincide con ese camino, y si ésto es así, felicitarnos.