Partir, por la templanza que puede generar la armonía de disfrutar.
Partir, como las aves cuando trazan
su línea oblicua en los horizontes
sin saber a dónde llegarán
mas haciendo figuras en el durante.
Tan sencillo y tan real.
Calendario: este fin de semana está siendo estupendo, pero tiene tantos días que, por momentos, una quisiera llenarlos de actividades y no se anima a dejar el tiempo correr sin más, sólo disfrutando de la tranquilidad y la calma. No, una quiere hacer cosas; tener el tiempo ocupado.
Hubiera sido muy bueno hacer un viaje: vivir aventuras, adentrarse en geografías y universos nuevos. Espero poder hacerlo en vacaciones de invierno, con amigas o sola, pero, sí, partir, con el deseo de recorrer, conocer y encontrarme. No es que me haya perdido, pero... quiero seleccionar una yo provisoria, y explorarla, transitarla, como cuando actuaba y componía personajes. Los vivía, los sentía tan diferentes a mí pero a su vez me completaban. Me animaban. Necesito volver a sentir. Sentir con el corazón, con la piel y los huesos. Con la sonrisa y la mirada.
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